Distintos estilos y versos

 

¡Hola!

Hoy quiero tratar algunas películas en las que se observan varios tipos de docente.

1. Enola Holmes:

He decidido entretenerme en una escena de una película de Netflix que, sin duda, si os gusta Sherlock Holmes tenéis que ver, ya que es la historia de su hermana y es una reivindicación de las capacidades de la mujer. Es una película que he visto hace poquito y que me ha hecho reflexionar sobre los distintos aspectos de sociedad y educación que estamos viendo en este máster.

Ya que os he nombrado esta...¿Quién era la maestra de Enola?

SU MADRE. Sí, queridos, esta película muestra una educación en casa (no os la pienso destripar, no os preocupéis), pero Enola recibe la educación de su madre en su propia casa, con las competencias que su madre establece y que ella narra en la película (p. ej.: deporte, defensa personal, matemáticas, lectura...).

Además, en esta película se muestra que, a través de esa educación, ella ha adquirido la sensatez y la madurez para poder resolver sus propios problemas.

Por esta razón, yo incluiría esta película en una pedagogía existencialista, con una enseñanza tradicional, ya que el centro de todo es su hija y los conocimientos que ella va adquiriendo: la madre lo sabe todo, pero selecciona qué ha de aprender su hija.

Os dejo el tráiler aquí.


2. La ola:

Esta película la he visto hace años y muestra la capacidad de influencia que tiene el profesor sobre sus alumnos, tal es así que logra que tengan una vestimenta determinada (el color blanco en sus camisetas), una disciplina (llegando a tener un saludo) y una creación de conciencia de grupo que recuerda por sus acciones y gestos al nazismo.

La forma de enseñar que tiene este docente es la capacidad de que entre todos logren establecer unas reglas inquebrantables que les haga sentirse miembros del grupo, tal es así que logra que los alumnos marginados se sientan incluidos - por lo que cumple con la ley-, sin embargo, toda la situación se lleva tanto al extremo que se observan malas conductas que son encubiertas por el grupo, por ello, la película creo que nos impacta a todos cuando la vemos, pero puede servir como definición de un nuevo estilo docente: un profesor progresista y realizador.

Creo que es muy recomendable tanto para profesores como para los alumnos en cuanto a la carga emocional  que posee y también por observar el papel que tiene el profesor: él es poder e impulso para que los alumnos puedan formar un grupo. Pero podría entrar en la pedagogía marxista porque supone el control estatal frente al individual.

Os dejo por aquí el tráiler:


3. El club de los poetas muertos es un ejemplo en la misma línea: se trata de un profesor que involucra a sus alumnos y que les da la vuelta a sus expectativas, ya que piensan que ese profesor es de los que imparte clase y se va, pero no, quiere seguir y mostrar que los alumnos pueden sentir pasión por las materias. 

Esta película sirve para mostrar otro modelo de profesor: el misionero que quiere enseñar, pero también es progresista, ya que se propone mejorar las relaciones y la forma de pensar de los alumnos antes que mandarles mucha tarea. Por esta razón, se trata de una pedagogía existencialista, centrada en la persona y en su desarrollo de capacidades.

Os dejo por aquí su tráiler:



EN CUANTO A...

¿CUÁL SERÍA MI VERSO? (W. Whitman)

¡Oh, mi yo! ¡oh, vida! de sus preguntas que vuelven,
Del desfile interminable de los desleales, de las
ciudades llenas de necios,
De mí mismo, que me reprocho siempre (pues,
¿quién es más necio que yo, ni más desleal?),
De los ojos que en vano ansían la luz, de los objetos
despreciables, de la lucha siempre renovada,
De lo malos resultados de todo, de las multitudes
afanosas y sórdidas que me rodean,
De los años vacíos e inútiles de los demás, yo
entrelazado con los demás,
La pregunta, ¡Oh, mi yo!, la pregunta triste que
vuelve – ¿qué de bueno hay en medio de estas
cosas, Oh, mi yo, Oh, vida ?
Respuesta:
Que estás aquí – que existe la vida y la identidad,
Que prosigue el poderoso drama, y que
puedes contribuir con un verso.

Pues os lo he resaltado... ¿por qué ese? 

Porque me parece que encaja con lo que el profesor les dice a sus alumnos: lo importante son aquellos que están ahí, en el presente y ellos son los motores de cambio, pero el profesor tiene que contribuir a esa creación de identidad propia y darle herramientas para la vida.

Creo que este poema de Whitman muestra cómo tenemos que ser los profesores... que no debemos cortar las alas, igual que no deberían habérnoslas cortado a nosotros.

Y en relación con esto... no se me ocurre mejor manera que mostrároslo con el grito de dolor de Maléfica:


No os gustaría sentirlo, ¿no?

¡Tenemos que sentir que somos un apoyo para nuestros alumnos y adaptarnos a ellos, a sus necesidades y a potenciar sus capacidades!

¡Hasta la próxima!😄

Irene

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